Aunque Pemex afirmó a través de un comunicado, que continúa brindando sesiones de hemodiálisis a 31 pacientes bajo supervisión médica en el Hospital Regional de Villahermosa, en un recorrido realizado por este medio en el lugar, constató que las terapias han sido frenadas.
Y es que se pudo apreciar que el área de hemodiálisis, donde se encuentran instaladas al menos quince máquinas donde se suministró la heparina sódica que afectó a más de un centenar de pacientes, fue inhabilitada.
De acuerdo a derechohabientes que prefirieron omitir sus nombres por temor a represalias, los pacientes que han presentado cuadros adversos por el suministro de este medicamento anticoagulante, el cual se utiliza por medio de perfusión intravenosa, fueron canalizados a consulta externa, donde únicamente les realizan un chequeo físico, en tanto que los pacientes considerados graves, han sido trasladados a instituciones privadas.